La inteligencia artificial (IA) es una herramienta cada vez más presente en el mundo editorial, tanto para la creación de contenidos como para el diseño de cubiertas. Sin embargo, esta tendencia no ha sido bien recibida por algunos sectores, que ven en ella una amenaza para el trabajo humano y la calidad literaria.
Recientemente, varias librerías españolas han decidido retirar de la venta una novela histórica de la escritora inglesa Katherine J. Chen titulada “Juana de Arco”, publicada por el sello Destino del grupo Planeta. El motivo es que la portada del libro fue creada con un programa de IA, lo que generó el rechazo de algunos ilustradores profesionales, que denunciaron que la imagen presentaba incongruencias anatómicas y estéticas, además de violar sus derechos de autor.
La polémica se desató cuando el ilustrador David López, que ha trabajado para Marvel y DC, publicó en la red social X un mensaje con ocho puntos que supuestamente demostraban que la cubierta la había diseñado una IA. Entre ellos, señalaba que el mechón de pelo de la protagonista salía de la frente, que la textura de la armadura era inconsistente, que la bandera no tenía sentido y que los soldados del fondo estaban desdibujados.
La editorial Planeta aseguró que la cubierta “la hizo un diseñador del equipo utilizando programas de diseño habituales que contienen desde hace tiempo utilidades de IA”. Sin embargo, esto no convenció a los ilustradores, que consideraron que la utilización de esta herramienta precarizaba el sector y desvalorizaba el trabajo artístico. Algunos de ellos, como Carla Berrocal o David Rubín, invitaron a otros artistas a no trabajar con el sello hasta que no se comprometieran a abandonar esa práctica.
Asimismo, varias librerías se solidarizaron con los ilustradores y decidieron retirar el libro de sus estanterías y devolverlo a la editorial. Entre ellas se encuentran Casa Tomada, La Llama Store, Nuevo Nueve, LES Editorial, Fandogamia o La Imprenta. Estas librerías argumentaron que no querían colaborar con una editorial que prescindía de un dibujante para realizar la portada con una máquina.
Esta no es la primera vez que la IA genera controversia en el ámbito literario. En 2022, se publicó el primer libro escrito íntegramente por una IA, titulado “1 the Road”, una novela de viajes basada en los datos de Google Maps. El libro fue criticado por su falta de coherencia, originalidad y emoción, y por plantear cuestiones éticas sobre la autoría y la propiedad intelectual.
Por mi parte, entiendo que los autores que autopublican recurren a los servicios proporcionados por la Inteligencia artificial. Ya que no siempre disponen de los medios suficientes para contratar a un artista. Aún así, siempre se puede buscar una colaboración con algún artista no muy conocido y que esa colaboración sea beneficiosa para ambos. Pero el punto a tratar en este caso, es que no estamos hablando de un escritor independiente, sino ante una editorial que maneja mucho dinero y ellos son los que deberían apoyar a los artistas a medida de lo posible y utilizar sus servicios. Porque no solo estarían apoyándolos a ellos sino también manteniendo un cierto nivel de las creaciones artísticas que la IA no puede conseguir.
¿Qué opinas tú sobre el uso de la IA en el mundo editorial? ¿Crees que es una herramienta útil o una amenaza?
0 comments:
Publicar un comentario